El 10 de junio de 1984, ETA llevó a cabo un ataque contra el cuartel de la Guardia Civil de Elorrio. Juan Raya, que se encontraba haciendo la tarea de vigilancia, resultó herido por metralla. Tras recuperarse de las heridas en Barcelona, Juan Raya volvió a Elorrio para terminar su periodo de un año de servicio en el País Vasco. Muchos años después, ha seguido sufriendo las consecuencias psicológicas del atentado.
En 1968, María Teresa Castells e Ignacio Latierro abrieron en la Parte Vieja donostiarra la librería Lagun. Desde el comienzo, tuvieron que superar en su negocio la censura franquista y sufrir los ataques de grupos de ultraderecha. En la década de los 80, comienzan a sufrir la violencia de nacionalistas vascos radicales. En el año 2000, cierran la librería como consecuencia del atentado que ETA realizó contra el marido de María Teresa, José Ramón Recalde.
En las elecciones municipales de 2003 es elegido concejal en Eibar y su vida cambia al pasar a recibir protección de escolta. El 25 de julio de 2008 recibe la noticia de que ETA le hizo un seguimiento durante algunos meses con el objetivo de secuestrarle y asesinarle. La protección de su escolta frustró las intenciones de los terroristas.
El 22 de febrero de 2000, ETA colocó un coche-bomba que asesinó a su padre, Fernando Buesa Blanco (secretario general del PSE-EE de Álava) y a su escolta Jorge Díez Elorza frente al campus universitario de Vitoria-Gasteiz.
El 25 de octubre de 1986, ETA asesina con una bomba a su hermana Daniela Velasco Domínguez de Vidaurreta, a su cuñado el General Rafael Garrido Gil y a su sobrino Daniel Garrido Velasco. Como consecuencia de los efectos de la onda expansiva, resultaron heridas, además, 14 personas. Entre ellas, la ciudadana portuguesa María José Teixeira Gonçalves, que moriría el 11 de noviembre, como consecuencia directa de las heridas sufridas en el atentado.